En 2025 las mujeres que emprenden tienen más visibilidad, más apoyo y más herramientas que hace cinco años. Pero todavía enfrentan una doble brecha: la de acceso a recursos (capital, tecnología, redes) y la de reproducción social (cuidado, conciliación).

En el marco del Día Internacional de la Mujer Emprendedora y de la Semana Global del Emprendedor, Patricia Soria -Ingeniera en Sistemas, creadora de la app QuienVino, ganadora de la Mención en innovación, tecnología y desarrollo del Premio Joven Empresario Mendocino de la FEM, Embajadora de Smart Women en Mendoza, finalista del Concurso Emprendimiento Argentino 2025 y una de las organizadora del Premio Mujeres en Innovación, en conjunto con la Municipalidad de la ciudad de Mendoza- trazó un diagnóstico sobre los avances y los pendientes del emprendedorismo de la mujer y sobre cómo se refleja en la provincia de Mendoza.

"Si bien en el mercado laboral hay mujeres, sigue siendo menor la participación de mujeres que la de hombres y las mujeres ocupan puestos de tipo administrativos cuando las tomas de decisiones siguen estando, en la mayoría de los casos, en manos de los hombres. Por otro lado, la brecha también sigue teniendo un impacto social en cuanto a la mujer como madre y cuidadora", explica Soria. Aun así, advierte que "hay más estadísticas y se conoce más acerca de esa brecha".

Algunas claves de lo que ha avanzado en los últimos cinco años:

• Es mayor la visibilidad de programas específicos para mujeres emprendedoras: menciona programas internacionales como Endeavor, Women in Digital (WID), WISE Women in STEM, WeDo, que han impulsado la participación de mujeres en creación de negocios desde 2020 hasta 2024.
• Incremento del financiamiento y apertura de espacios dedicados a mujeres: se han abierto espacios y líneas de financiamiento que tienen un valor agregado para mujeres creando empresas y emprendimientos.

Cómo está la mujer emprendedora a nivel global y regional

Según el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2024/25 llevado a cabo en 51 países, se encontró que "una de cada diez mujeres comenzó un nuevo negocio en 2024, frente a una de cada ocho entre los hombres".

En América Latina y el Caribe, el artículo "The landscape of women entrepreneurs in LATAM 2025", registra que las mujeres representan sólo alrededor del 27 % de todos los emprendedores, aunque 21 % de los nuevos negocios en la región fueron creados por mujeres.

Específicamente para nuestro país, el informe del Banco Mundial "Women, Business and the Law 2024" asigna a Argentina un índice global de 79.4/100 en cuanto al marco legal para mujeres emprendedoras, con oportunidades de mejora en ámbitos como la maternidad y la igualdad salarial.

Estos datos confirman que la brecha no ha desaparecido, pero al menos se están dando movimientos reales: más mujeres al frente de nuevos emprendimientos, más programas de apoyo, y más datos para el diagnóstico.

Qué sigue faltando

Aquí Patricia apunta a varios frentes: "hay que reforzar leyes y políticas públicas que ayuden a que la mujer pueda seguir trabajando, emprendiendo y armando su propio negocio".

Y destaca estos desafíos:

• Participación en roles de decisión y escalamiento. Aunque muchas mujeres emprenden, siguen encontrándose mayoritariamente en roles de soporte o administración y no tanto en la conducción de empresas de mayor envergadura. Por ejemplo, el informe "Women in Business 2025" de Grant Thornton muestra que en Argentina apenas el 34,9 % de los roles senior en empresas de mediana escala están ocupados por mujeres.
• Acceso al capital y financiamiento. A nivel global, el GEM Global Entrepreneurship Monitor muestra que las mujeres emprendedoras enfrentan mayores barreras para acceder a financiamiento o tecnologías disruptivas (como TI/IA) que los hombres. En América Latina, por ejemplo, 73 % de las empresas lideradas por mujeres declararon no poder acceder a los recursos necesarios para crecer.
• Conciliación trabajo-familia y cargas de cuidado. Tal como menciona Patricia Soria, muchas mujeres siguen siendo quienes asumen el rol de cuidadoras, lo que limita su disponibilidad de tiempo, su capacidad de expansión y su participación en sectores de alto crecimiento.
• Sectorialización y brecha tecnológica. Las mujeres siguen estando subrepresentadas en los emprendimientos tecnológicos o de I+D. En el GEM se señala que las mujeres tienen "menos de la mitad de la probabilidad" que los hombres de estar activas en el sector de Internet/tecnología.
• Marco legal e institucional. El índice del Banco Mundial muestra que, aunque Argentina tiene buenas leyes en varios frentes, existen vacíos en cuanto a la maternidad, el trabajo informal y el emprendimiento específico. Esto cobra particular relevancia en regiones fuera de la Capital Federal.

Mendoza: un escenario con oportunidades

En la provincia de Mendoza, el ecosistema emprendedor femenino tiene un terreno fértil: tradición vitivinícola, turismo creciente, actividades artesanales y MIPYME que pueden escalar.

"Desde el 2010 al 2019 solo el 34% por ciento de las mujeres estudiaban temas relacionados a STEM y a partir de ahí se han creado muchos programas. Esta participación han hecho que se incremente la cantidad de mujeres iniciando emprendimientos y negocios desde el 2020 hasta el 2024. En Mendoza estamos logrando mucho, pero aún con barreras", sostiene Soria.

De acuerdo con la emprendedora, se necesitaría:

• Fomentar programas específicamente diseñados para mujeres emprendedoras en Mendoza, con foco en escalamiento, tecnología, internacionalización.
• Crear redes de mentoría regionales que conecten emprendedoras con referentes y fomente modelos de "mujer a mujer".
• Impulsar políticas públicas provinciales que contemplen guarderías, cuidados, jornada flexible para emprendedoras, de modo de reducir la carga de cuidado que sigue recayendo mayoritariamente en mujeres.
• Mejorar el acceso al financiamiento local: fondos provinciales, redes de ángeles inversores que consideren emprendimientos liderados por mujeres, líneas de crédito con garantía preferencial.
• Integrar a más mujeres en sectores de mayor valor agregado en Mendoza: tecnología aplicada al turismo, servicios vinculados al vino, economía circular, madera (por ejemplo, vinculando al emprendimiento familiar de juguetes artesanales como el que ustedes llevan) con el apoyo de mujeres que lideren la innovación en esos sectores.
• Difundir estadísticas desagregadas provinciales: conocer cuántas mujeres emprenden en Mendoza, en qué sectores, con qué escala, cuántas emplean más de 5 personas, cuántas exportan, etc. Esa visibilidad ayuda a diseñar políticas a medida.

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